miércoles, 5 de octubre de 2011

HIPOTECA SOCIAL

En México es claro, como en muchos países del mundo, que existen diferencias muy marcadas entre clases sociales. Tenemos clasificadas la miseria, pobreza extrema, pobreza, clase media, medio ricos y muy ricos. Pero, ¿Quién decido en cuál clasificación nace cada quién? ¿Es Dios? ¿La fortuna, buena o mala? ¿El karma? No considero que buscar este tipo de respuestas sea relevante. Lo que es importante es tener en cuenta el concepto de hipoteca social.

Hay quienes nacen en "charola de plata", con muchos recursos económicos, con posibilidades de obtener la mejor educación posible y de hacerse cargo de los negocios de la familia. Hay quienes nacen con nada, literalmente, y que no tienen acceso a condiciones de vida dignas de una persona. Hay quienes están en medio de estas dos situaciones, considerando que al decir "en medio" es como pasar de blanco a negro por toda la escala de grises.Pero, lo más importante, es saber que cada persona, en la situación en que se encuentre, tiene un grado de hipoteca social.


"El destino universal de los bienes establece que el planeta tierra y cuanto él contiene, debe servir para el uso racional de todos los seres humanos y pueblos. En consecuencia, los bienes naturales y creados deben llegar a todas las personas en forma equitativa conforme a la justicia y la fraternidad. Las personas no pueden actuar y prescindir de los efectos del uso de sus propios recursos, sino deben obrar de modo que persigan, además de su beneficio personal y familiar, también el Bien Común. Se sigue el deber por parte de los propietarios de no tener ociosos los bienes poseídos y de destinarlos a la actividad productiva, también confiándolos a quien tiene deseo y capacidad de hacerlos producir." (DSI, 178)

En palabras más aterrizadas, el destino universal de los bienes procura que, cualquiera que sea tu posición económica, debes hacer de tus recursos lo más productivo posible en búsqueda del bien común. Es así como tu hipoteca social se nivela y como podremos ir formado un México mejor.

Entendiendo esto, queda claro que no se trata de no generar riqueza y propiedad privada. Al contrario, se debe generar toda la riqueza posible, pero siempre teniendo en cuenta que la hipoteca social es poner esa riqueza en la actividad productiva, generando empleos, fomentando la compra y venta de productos y servicios, pero, sobretodo, procurando el bien común.


"Por tanto, las personas, al usar los bienes, no deben tener las cosas exteriores que legítimamente poseen como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no les aproveche a ellos solamente, sino también a los demás." (GS, 69)

Saludos!!


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